Memorias [Privado].

El silencio reaparecio en el cuarto. Se podian sentir las gotas de agua caer por las calles de la aldea y sobre el techo, y sentir el agradable olor a agua de lluvia de las gotas que caian. Derrepente, pude sentir algo en mi mano, algo que apretaba suavmente. Mi vision era bastante buena, aunque no lograba mirar en la oscuridad, pero sabia que era la mano de Ayame por como se sentia. -Que noche hermosa no?? Dije mientars miraba por la ventana, la lluvia se hacia cada vez mas fuerte. Muy poco se podia ver a traves de la ventana por la leve luz de la luna. -La aldea esta en completa oscuridad y llueve. Me hace recordad los dias en Kiri..... hace tiempo que no veo como esta mi aldea. *Estara haciendo un buen trabajo Rodrigo?*

-Todo estaba completamente silencioso, no lograba escucharse nada más que el sónido que producian las gotas de lluvias al chocar contra el techo o el asfalto de fuera del lugar, era bastante relajante escuchar aquello, en aquel momento la pelinegra no se pensaba en lo absoluto lo incómodo que podría ser ese silencio entre ambos, ya que le agradaba tener la mano del peliplata entre las suyas. Seguidamente después de eso, la voz del peliplata resonó en los oidos de la pelinegra, sonrojándose muchísimo, aunque por mucha suerte, no había luz, y no se distinguía en lo absoluto. La expresión de la pelinegra era neutral, ya que aquella lluvia y la falta de luz le recordaba los momentos que vivió en Konoha, unos buenos otros no tanto, sin embargo pemanecerían en su memoria hasta el momento de desfallecer.

-S-sí... M-muy hermosa. Sin embargo, no se lográn igualar siquiera un poco a tí.

-Balbuceó la afirmación que hizo, sin embargo, lo demás, lo mencionó de tonos firmes y claros, estándo completamente segura de aquello que había dicho. Aunque por más cursi que fuera, y lo mucho que le costaba decir ese tipo de cosas...

-A mi me hace recordar... A mi vieja aldea.

-Musitó un poco meláncolica, debido a que quizá, nunca volvería a sentirse tan cálida como cuando estaba en Konoha, y que, posiblemente, nunca volvería a dicho lugar, y nunca ingresaria a ningún tipo de aldea por los antecedentes que poseía.

-Kiri... Es un bonito lugar allá.

-Dijo en un tono bastante amable, apretándo un poco más su mano.

-Hm?? Pronuncie con lo que habia dicho priimero. No era nada fuera de lo comun, aunque me gustaba hacer el que no entendia las cosas. Sinembargo, escuchaba lo que Ayame decia con atencion.
-Kiri es mi aldea..... Por mas que no fuera un lugar bonito, la defenderia como lo hago. Dije mientras eguia mirando por la ventana. En ese momento, una silueta se asomo por la ventana. Era parecida con la de un animal pequeño, Ayame claramente podia distinguir que era un gato gracias a sus ojos sangrientos. -Ayame, hay algo en la ventana. Lo que es eso? Pregunte tranquilamente mientras forzaba mis ojos, sin resultado.

-Un gato ¬¬ DIje mientras seguia mirando la ventana. Si l gato llegara a tocar mi pierna l cual estaba a fuera de la cama, no dudaria en encajarle una patada. -Odio a los gatos. Dije a Ayame mientras sentia sus movimientos.

Preferi callarme con lo que me habia dicho ya que era medio de mala persona tenerle odio a un gato que no me hizo nada. Sinembargo, en ese instante senti algo en mis labios. Algo que rozaba raramente sobre ellos. Era Ayame. -Ayame.... Dije mientras forzaba mis ojos para poder verla. Como noo lograba hacerlo, abri mi boca, y le di una mordida al dedo de Ayame tan solo para molestarla y ver lo que haria.

-Entonces cierramela. Dije en un tono jugueton y desafiador mientras me acercaba mas a ella y pasaba uno de mis brazos por de bajo de su cuerpo con este rozando su pecho hasta encontrarse con el otro haciendo con que mis brazos rodearan su cuerpo. -Desactiva tu sharingan. Le dije con un tono sereno mientras mi cabeza quedaba al lado de la suya.

-Listo? Puedo confiar en ti? Pregunte murmurandole en el oido.
Esperando un si, dije: -Bien... Para luego acercar mi cara aun mas a su cuello, para luego darle un beso en este, pasandole lentamente los labios un par de veces. Todo lo hacia tranquilamente, Ayame me estaba interesando bastante, y no podia negarlo por mas que tratara de ocultarlo. Mis labios rozaban su cuello lentamente besandolo hasta que de prontle di una mordida.

La mordida la habia dado suavemente, para luego recostar nuestras mejillas. -Estas sonrojada? Le pregunte mientras me reia. -Entonces creo que no podremos seguir. Dije mientras movia mi cara hasta alcanzar con mis labios ya humedos los de Ayame. Tras eso, los roze lentamente unos con los otros.

Mis labios se acercaron a los de Ayame, al punto de tocarlos. Todo eso lo estaba haciendo inconcientemente por asi decirlo, habi algo en mi que me faltaba. En pocos segundos, Ayame comenzo a bezar dulcemente mis labios. *M-mierda,, por que e fuiste??* Pense mientras la besaba lentamente.

El beso habia sido algo largo, y me habia hecho recordar muchos momentos que habia pasado con una chica muy especial. Sin mas ni menos, pare de besarla, sin demostrar ningun otro sentimiento que no habia mostrado antes, solamente mostrando ser jugueton. En un movimiento lento, mi cabeza se coloco nuevamente al lado de la de Ayame, para luego, girar nuestros cuerpos, dejandome en cima de ella. -Que guapa eres. Le murmure en su oido mientras mi mano isquierda acariciaba su cintura.

-Ayame, di algo. Dije mientras aun acariciaba su cintura. Mi otro brazo la abrasaba fuertemente, dejando nuestros cuerpos ''pegados''. Mi mano que acariciaba su cintura, prontose pasaba a su espalda, acaricandola suavemente, mientras mi cabeza seguia al ldo de la suya, con la boca apuntando a su oreja.

-Lo que tu quieras.... Dije tambien de manera perdida, mientras Ayame acerco su boca a mi boca, para luego morderme el labio inferior. Luego de su suave mordida, una de mis manos, subio hacia uno de sus pechos y lo apreto suavemente. Lo que una vez habia empezado como una broma, ya no lo era.

Ayame nuevamente comenzo a besarme. Mi mano seguia apretando suavemente su pecho, mientras que mi otra mano seguia masajeandole la espalda. Luego, mi mano que estaba en su espalda, entro por denro de su camisa, tocando su piel. Se podia sentir su suave y lisa piel, ademas de su suave aroma del pelo, el cual se esparcia por todo el cuarto. *Me hara tan feliz como me hizo Misa?* Pense mientras estabamos besandonos con mis manoe acariciando su cuerpo.